Capítulo V del libro:
Retorno a la guerrilla de Héctor Béjar
(1ª Edición, Lima: AcHeBe ediciones, 2015)
— Antes navegaron los mares buscando climas cálidos y nuevos lugares para su población creciente. Luego traficaron con marfil, con oro, con esclavos, exploraron, hicieron mapas tras mapas. Poco a poco, la riqueza fluyó y se concentró en clanes y familias. Ahora se reparten todo. Dijo Bernardo.
— ¿Y qué tenían que ver ustedes con eso? Es la historia de la raza humana, dijo Li Chong. No son individuos, son corrientes. Ustedes estaban aquí en el Perú de los años sesenta. ¿Qué relación podían tener con los errantes del lejano pasado?
— Ellos salieron de África buscando tierras templadas. Se encontraron con los que venían del norte helado buscando alimentos y calor. Dominaron los más fuertes, los más hábiles, los inventores y los asesinos. Aparecieron la injusticia y el crimen. Nosotros estábamos contra la injusticia y el crimen.
— ¿Y qué quieres mi estimado ingenuo utópico? Le pedías al mundo que no sea mundo. Los humanos son criminales, héroes y seres sublimes al mismo tiempo. La humanidad ha producido a Jesús y a Hitler, a Gandhi y Nerón.
— Sí pero los hombres de Occidente son capítulo aparte. Ellos inventaron e inventan máquinas de muerte. Su ciencia es la de matar. Irían desde los mosquetes, el fusil Springfield y el Máuser hasta la bomba atómica. No es que ellos sean los únicos. La especie humana es una de las pocas que ocupa su cerebro en inventar como matar a sus semejantes. Pero Occidente supera todo lo antes visto con su ciencia de la muerte, con la fría capacidad de aniquilación de millones de semejantes. ¿Qué puede haber en la cabeza de un científico que crea un ingenio mortal para incendiar, aniquilar, volar edificios, dejar carnes sanguinolentas, quebrar huesos? ¿Cómo se puede calificar a quienes decidieron enviar a los niños a las trincheras en 1914? ¿Por qué no fueron ellos a pelear? ¿Cuándo se ha visto a un político, un fabricante de armas o un general en la trinchera? ¿Qué mecanismo diabólico hace que millones marchen, formen, canten himnos al unísono, mueran y obedezcan a unos cuantos sin protestar?
— No todos los humanos son criminales, dijo Samuel. Hubo y hay comunidades pacíficas, ingenuas, infantiles.
— ¿Y de qué sirve? Repuso Bernardo. Están condenados a servir, a ser exterminados o esclavizados.
— Pero son los que triunfan al final de cada capítulo. Y después empieza otro. Es la historia del mundo.
1822. El general San Martín se retira del Perú. Dos años más tarde, la batalla de Ayacucho señalaría la independencia de América del Sur. En el norte, los colonialistas norteamericanos inventan a Liberia para mandar allí a los esclavos libertos a quienes no querían tener en casa, después de la revolución de Toussaint de L’Ouverture en Haití.
Mediados del siglo XIX. La abolición de la esclavitud se ha efectuado formalmente. El tráfico de esclavos ha sido abolido, pero la esclavitud sigue.
Noviembre 1884, febrero 1885. Sudamérica ya no les sirve, se agotó el oro, se agotó la plata. Ahora África es el objetivo. Otto Von Bismarck conduce una Prusia de hierro que ha humillado a Francia. Francia pide arreglo en el reparto del mundo luego de instalarse abusivamente en Túnez. Inglaterra vive la era victoriana. Victoria celebra su proclamación como Emperatriz de la India. Conferencia de Berlín. Victoria se apodera del gobierno de Egipto, el Sudán y el norte de Somalia. Desde Egipto y con los egipcios, los ingleses masacran a los sudaneses. Arrojada de Haití por sus esclavos, Francia se hizo de la costa de Guinea. Leopoldo II de Bélgica, él personalmente, se quedó con el Congo que fue denominado, irónicamente, «Estado Libre». Leopoldo dice que su enviado Henry Morton Stanley ha «descubierto» el río Congo en 1874. Marruecos es «protegido» por Francia y España. Se deja tranquila a Liberia, el invento de los norteamericanos que no querían negros en su país. Lo mismo hace Inglaterra con Sierra Leona. Liberia y Sierra Leona son depósitos de los negros que los blancos ya no quieren. Queda libre Etiopía, la milenaria Abisinia.
Catorce clanes codiciosos llamados casas reales divididas en dos grupos amenazan al mundo desde la pequeña Europa. Por un lado las familias monárquicas de Inglaterra, Alemania, Francia, Portugal, Países Bajos. Por otro lado el resto: los clanes de Austria Hungría, Bélgica, Dinamarca, Italia, España, Rusia, Suecia, Imperio Turco Otomano y los banqueros de Estados Unidos. Ningún pueblo africano estaba representado en los brillantes salones del centro de Europa donde se trazaban líneas rectas para dividir la torta. Mali, Ghana, Marruecos, Somalia, Etiopía, no existen para ellos, son creación de los comerciantes y los reyes.
Hacía tiempo que la historia de los pueblos africanos, sus estados, culturas, civilización e imperios, había sido borrada para las mentalidades europeas. Era necesaria una falsa visión de salvajismo que justifique el saqueo ante el mundo. Los territorios de suajilis, tuaregs, etíopes, bantúes, khoisan, bereberes, zulúes, nubios, son divididos para crear los estados artificiales que convienen a los depredadores. Son creados estados subordinados, coloniales. Serían las bases falsas para la independencia que vino en los cincuenta y sesenta.
El pueblo Herero fue exterminado por los alemanes en el África occidental.
Cuando empezó la era del caucho, los africanos fueron obligados a entregar goma so pena de morir. Goma o muerte. Los árboles derramaban su oro líquido, los cuerpos derramaban sangre. Los changadores africanos eran azotados con látigos de piel de hipopótamo que dejaban huellas sanguinolentas en cada azote. Látigos de cuero fresco, retorcidos como sacacorchos y con cantos como el filo de cuchillos. La sangre enrojece la piel, fluye al primer latigazo. A los primeros azotes la víctima ha perdido el conocimiento. No hay que brindarles a los salvajes ningún gesto amistoso. Únicamente el látigo puede civilizar a los negros. No es ningún crimen. Por el contrario, obligarlos a trabajar a ellos que ignoran el trabajo capitalista, es una acción de bien. Los dioses cristianos han cambiado de humor. Antes toleraban la pobreza, ahora, con la reforma protestante, proclaman el trabajo como una virtud. El que no trabaja es un pobre sospechoso, despreciable, indigno. Los métodos a los que se recurre son severos, pero la persuasión no sirve para tratar con los nativos. Los castigos se ejercen también sobre mujeres y niños. Tienen que ser regidos con violencia.
La demanda de goma y marfil enriqueció al rey Leopoldo de Bélgica. Se impuso a los nativos la obligación de entregar cantidades crecientes de goma y marfil. Los que se negaban sufrían el incendio de sus aldeas y sus manos eran cortadas.
Es la nueva conquista del siglo XIX. Peor, más cruel que la del XVI. El exterminio de los indios en los Estados Unidos, de los hotentotes en el África del Sur, de los habitantes de las islas de los mares del sur y de los aborígenes australianos. Exterminad a los salvajes para hacer habitables los países. Las cabezas de los nativos son utilizadas como decoraciones de las casas de los europeos en África. Para conseguir alimentos asesinan a seres humanos desarmados. Matan niños a tiros para quedarse con sus canoas.
En los banquetes brindados por el rey Leopoldo a sus invitados, cada uno de los cuatro rincones de la sala estaba adornado con pirámides de flores desde las cuales salían cuatrocientos colmillos de elefantes.
El arte de matar a distancia se convirtió en una especialidad europea cuando los fusiles fueron inventados. Ya no había necesidad de arriesgar la vida en una lucha cuerpo a cuerpo, como en la edad media y la edad moderna. Bastaba con apuntar a distancia. Con los fusiles fueron exterminados los sudaneses en Omdurman, la batalla decisiva que marcó el dominio de Europa sobre África árabe y negra. Fusiles y artillería, ametralladoras y fusilería, contra las lanzas y viejas armas de fuego de los derviches.
«Nunca más ha de ver el mundo un espectáculo semejante a la batalla de Omdurman», escribió el joven combatiente colonialista Winston Churchill en su libro La guerra del Nilo. «Era el último eslabón en la larga cadena de batallas efectivas, cuya vitalidad y majestuoso esplendor tanto ha hecho para darle brillo a la guerra». «Qué intenso y encantador sentimiento de placer puede inspirar de antemano el ataque a un enemigo» dice Lord Garnet Wolsley1 en la guerra contra los ashantis. Le siguió el saqueo de Benin. El hedor de la sangre, las fosas comunes de sepultura, vivos, muertos y moribundos acumulados en montones junto con los ídolos africanos, se convierte en un paisaje frecuente. El rey de Benin es perseguido como un animal salvaje en las selvas mientras sus aldeas eran presa de las llamas encendidas por los ingleses. El rey de Ashante besa las botas de los nuevos señores. La British South Africa Company obligó a los nativos de Zimbabue a reducir sus rebaños de 200.000 a 14.000 animales. Impuso el hambre. Un negro podía ser matado como un perro. Los negros eran perros.
La exportación europea más importante fue la violencia contra los mogules de la India, contra los chinos para imponerles el opio. Los fusiles prusianos fueron experimentados por los alemanes contra los vagogos en el África oriental. Las casas eran incendiadas y los restos destruidos a hachazos. Permanecerían allí mientras quede un solo salvaje vivo.
— Lo mismo que hicieron los Austrias Habsburgo en América al borrar las identidades de los pueblos nativos para crear virreinatos e intendencias. Lo mismo que hicieron los ingleses para crear colonias y estados, dijo Li Chong. No nos estás diciendo nada nuevo. Solo hablas de la crueldad cuantitativa. En los tiempos de la caballería, la crueldad era artesanal. Con la modernidad fue ejecutada en serie. Los humanos produjeron crímenes, sangre y abusos así como producían máquinas y manufacturas.
La Conferencia de Berlín estableció, no el respeto a la milenaria posesión de los africanos, sino el derecho de los europeos a la explotación económica permanente de territorios que no eran suyos. Los europeos llegaron, «descubrieron», se quedaron con las tierras, depredaron, esclavizaron.
— No eran los europeos, dijo Li Chong. Eran las élites de los europeos, las familias reales, las burguesías militaristas. Los pueblos de Europa fueron los primeros colonizados por sus reyes, sus nobles, sus burgueses. El pueblo completo creyó, cree, en esa superioridad. Es el viejo tema de la responsabilidad por omisión. No ordenaban pero actuaban, o ignoraban, o se solidarizaban, o aprovechaban las tropelías del imperio. Los hornos crematorios de Buchenwald estaban a la vista de los habitantes de Weimar. Los humos, los olores salían y se expandían. ¿Ignoraban esos rutinarios ciudadanos lo que acontecía al frente de su ciudad? ¿Ignoran los norteamericanos lo que pasó en Hiroshima y Nagasaki? ¿Cuál es el crimen mayor, un horno crematorio o una bomba atómica, una ejecución masiva o la indiferencia, la cobardía ante el dolor de los otros?
El fantasma de Li Chong argumentó. No era cuestión de unos cuantos ricos malos solamente.
Y dijo Samuel, el de la armónica.
— Los pueblos en los que ustedes creían, la gente sencilla a la que ustedes alababan, los proletarios que iban a cambiar el mundo, también siguieron a sus guerreros, comerciantes y misioneros. También creyeron en la superioridad blanca. El marxismo ortodoxo fue parte de ese fenómeno, culminación del positivismo occidental. El marxismo ortodoxo ignoró u ocultó el problema original del que el joven Marx partió: el de la alienación, un problema humano que no tenía nada que ver con el positivismo que los marxistas añadieron después. Los marxistas mutilaron, ignoraron a Marx.
El reparto de Berlín no tomó en cuenta a los pueblos sino se guió por las grandes vías fluviales que usaban los traficantes desde el siglo XVI. La costa mediterránea africana quedó en manos de Francia y el Reino Unido; la costa oriental se dividió entre los alemanes al sur y los británicos al norte. La costa occidental quedó en poder de los belgas, franceses británicos. Los españoles se hicieron con el Sahara Occidental, los italianos consiguieron Somalia y los portugueses extendieron o afianzaron su control sobre Angola, Cabo Verde, Guinea Bissau, Santo Tomé, Príncipe y Mozambique, mientras los alemanes obtuvieron Namibia. Los buitres pelearon por la presa y hubo frecuentes guerras entre ellos. Los conflictos se agravaron en vez de atenuarse.
— En esos años del siglo XIX, las familias de los criollos latinoamericanos se adueñaron de las tierras de patagones, pehuelches, mapuches, quechuas, charrúas. Ellos fueron peores que Carlos V y Felipe II porque no reconocieron a los reyes indígenas y desconocieron sus comunidades. La guerra del desierto fue declarada por Juan Manuel de Rosas y después por el congreso argentino de Domingo Faustino Sarmiento bajo el lema de «civilización o barbarie». La guerra contra los araucanos o «pacificación de la Araucanía» fue declarada por el gobierno chileno de José Joaquín Pérez Mascayano. Al final del siglo XIX fue realizado el gran despojo contra pueblos anteriormente libres. Desde sus comienzos, el estado fue blanco y enemigo. El Estado nació contra la gente, Dijo Bernardo. Nuestra lucha repararía esa vieja cuenta que estaba sin pagar.
— ¿Libres? Dijo Li Chong. También ellos tenían sus caudillos, sus jefes de tribus, sus cipayos, sus dominadores, como los reyes africanos que vendían sus hermanos de sangre a los árabes y portugueses, como los cipayos de la India, como los nativos que ayudaron a los castellanos en la conquista de América. Como el pueblo que acompaña y aplaude a los dictadores. Era y es la alianza de la plebe con el tirano. Nadie es inocente. El error de ustedes fue dividir el mundo entre justos e injustos, buenos y malos, explotados y explotadores. Hay una complicidad entre el explotado y el explotador. Es un matrimonio, una complementariedad. Ustedes querían romper esa relación y salieron expelidos como un alien, como un cuerpo extraño.
— La historia de los seres humanos es la historia de la dominación de unos por otros, de los más fuertes sobre los más débiles bajo cualquier pretexto y con cualquier doctrina o religión. Es también la historia de la obediencia, de los millones de corderos que aceptan, que trabajan o van a la guerra a morir sin protestar, defendiendo a sus dueños. En la multitud de hormigas ciegas, ustedes eran una minoría, continuó diciendo, tenían que serlo, eran ovejas fuera del rebaño, ni siquiera llegaron a ser lobos salvajes y libres.
Bernardo calló porque su memoria recorrió el cuadro de aquellos tiempos.
África. Selvas vírgenes, extraña fauna, diamantes, oro, marfil, uranio, cobre, petróleo. Tierra de imperios y culturas antiguas. Desde el siglo V, los árabes la penetran desde el norte. Desde el siglo XVI, ingleses y portugueses merodean por sus costas. Reyes africanos traidores venden millones de esclavos para las plantaciones americanas. Fabulosa víctima de sí misma y de los otros, tierra de dolor, muerte y sangre.
Mientras los europeos penetran el África, América Latina compone su mosaico de jóvenes repúblicas donde gobiernan los herederos de los colonialistas castellanos. Pequeñas guerras estallan en la disputa por fronteras. Cada caudillo quiere quedarse con una intendencia, una audiencia, ni siquiera mantienen los virreinatos íntegros. Los libertadores han muerto en el abandono, la amargura o el exilio.
Al promediar el siglo XX, sobreponiéndose a la carga de centenarias humillaciones, la milenaria China resurgió en 1949 con sus 450 millones de campesinos convertida en República de la Nueva Democracia. Mao Tse Tung y su Partido Comunista llevaron a cabo una larga marcha histórica hacia el poder socialista desde los días de Sun Yat Sen. La guerra debilitó el control de las potencias coloniales sobre el mundo y eso permitió avanzar a los comunistas con sus ejércitos de pobres. Pero las águilas estaban alertas. En 1946, después de ser ocupada por los militaristas japoneses, Filipinas obtuvo una limitada independencia. Los norteamericanos se apresuraron a reemplazar a los japoneses implantando sus bases militares y siguieron combatiendo a las guerrillas comunistas en la selva. En el Reino Unido, los laboristas de Clement Attlee lograron la mayoría parlamentaria, nacionalizaron las industrias y servicios básicos e instalaron la seguridad social universal. El Congreso Nacional Indio (CNI), luchaba por la independencia desde antes de 1934. El Mahatma Gandhi se convirtió en una de las figuras paradigmáticas del mundo hasta que en 1947 India alcanzó la independencia de Inglaterra. Pero Gandhi fue asesinado y con él murió el sueño de una India autónoma y libre. Nehru accedió al poder y asumió la política de no alineamiento con las potencias imperiales.
La dinastía Gandhi se apoderó de la India partida en dos por Inglaterra. Divide y reinarás. Los ingleses apoyaron las conspiraciones islámicas y Pakistán se apartó de la India. Años después en 1971, Bangladesh se apartó del Pakistán.
La mayoría Tai se levantó contra la monarquía en Siam y surgió Tailandia. Consiguieron su independencia Birmania y Ceilán (1948), que adoptó el nombre de Sri Lanka. Liderada por Sukarno, Indonesia se independizó de Holanda en 1949. También se adhirió al no alineamiento.
La idea de que surgía un Tercer Mundo, un Tercer Estado global, empezó a extenderse por el planeta.
Era la descolonización.
En muchos países las funciones del Estado colonial pasaron a manos de elites nacionales o partidos populares al terminar la guerra, pero las antiguas metrópolis mantuvieron renovadas formas de subordinación colonial. En Filipinas y Vietnam, una lucha despiadada continuó entre los pueblos liberados, las metrópolis y sus grupos dependientes. En casi toda el Asia, la resistencia antijaponesa fue liderada por las guerrillas comunistas mientras las castas monárquicas simpatizantes de Hitler y Mussolini colaboraban con los militaristas japoneses. Ahora los comunistas empezaron a ser perseguidos por Francia, Inglaterra y los Estados Unidos que subordinaron a las castas colaboracionistas de los militaristas alemanes y japoneses. Solo algunos criminales de guerra fueron ejecutados o condenados. A partir de Nuremberg, donde solo se condenó a 25 jefes nazis, el resto de jefes militares y funcionarios del nazismo y de la república de Vichy, pasaron a formar parte de estados reestructurados. Konrad Adenauer lideró una Alemania Federal reconstruida al lado de la derecha global. Gobernados por sus familias dominantes, Japón y Corea del Sur fueron organizados como avanzadas industriales contra la Unión Soviética. El Kuo Min Tang de Chiang Kai Sherk invadió la isla de Taiwán, dominó a los taiwaneses nativos e instaló una dictadura militar de partido único con apoyo de Estados Unidos. Otra dictadura familiar de partido único fue sembrada en Corea del Sur.
Obligaron a pelear a los africanos bajo las banderas occidentales imperiales en la segunda guerra de 1939-1945. En aquella segunda gran matanza, vistiendo el uniforme que les pusieron sus dominadores, algunos africanos descubrieron que las élites europeas metropolitanas dependían de ellos para su defensa.
1945. Los hombres kenianos del Kikuyu que combatieron en el ejército inglés retornan a Kenia y reclaman las tierras ocupadas por los colonos ingleses. Éstos se aprovecharon de la guerra para quedarse con las tierras de los combatientes.
1948. Jorge Eliécer Gaitán es asesinado en Bogotá. El pueblo incendia el centro de la ciudad. Los liberales son perseguidos por los conservadores. Empieza la matanza de liberales y la primera guerrilla latinoamericana en el Tolima.
Semanas después de un intento revolucionario en la flota del Callao, el Presidente José Luis Bustamante y Rivero es derrocado por un golpe de estado militar en el Perú. También es derrocado Rómulo Gallegos en Venezuela. Rafael González Videla crea campos de concentración para encerrar a sus ex aliados comunistas. Uno de ellos en Pisagua, cerca de Iquique, en medio del desierto, es dirigido por un militar llamado Augusto Pinochet. Empiezan las dictaduras de Pérez Jiménez y Odría. Trujillo, Somoza, son apoyados por Washington. La derecha del Comité Nacional Demócrata impide que Henry Wallace suceda a Roosevelt al desplazarlo de la candidatura del Partido a la Vicepresidencia. Aconsejado y financiado por el banquero William Kemper, Harry Truman se hace cargo de la herencia. Su primer acto fue avalar el Proyecto Manhattan para el bombardeo atómico de Hiroshima y autorizar el lanzamiento de la primera bomba el 6 de agosto de 1945 sobre Hiroshima y una segunda el 9 de agosto sobre Nagasaki. Se crea la CIA y el anticomunismo se convierte en una fiebre que ataca al estado norteamericano.
1951. Mohammed Mossadegh nacionaliza el petróleo iraní. A los dos años, en 1953, es derrocado por un golpe financiado y organizado por la CIA. El Sha Mohammed Reza Pahlevi ocupa el trono con el apoyo de los Estados Unidos.
1952. Revolución boliviana. Los mineros toman La Paz. El ejército es disuelto. Se organizan milicias mineras. El gobierno de Paz Estenssoro y Lechín nacionaliza las minas de estaño de los Aramayo, Patiño y Hoschild. Se inicia la reforma agraria.
1956. Gamal Abdel Nasser nacionaliza el Canal de Suez. Francia e Inglaterra, las potencias coloniales, tienen que retroceder en su intento de castigar a Nasser. El colonialismo es derrotado. Asoma el mundo árabe. El Medio Oriente se levanta. Se sacude del colonialismo inglés y francés. Los aliados de la guerra empiezan a declinar.
1956. XX Congreso del Partido Comunista de la URSS. En un informe secreto que es filtrado a la prensa occidental, Nikita Jruschov denuncia los crímenes de Stalin.
— Fuimos parte de una corriente histórica aunque no siempre lo sabíamos.
— No creímos el Informe, fue una sorpresa. Pero seguimos siendo leales a la Unión Soviética. Cuando se produjo la revolución húngara y los tanques rusos rodaron por las calles de Budapest, apoyamos a los rusos. Dijo Bernardo.
— La verdad se ha abierto paso con el curso de los años, continuó. Todo lo que parecía falso era cierto. Todo lo que parecía verdadero era falso. ¿Qué es lo verdadero, qué es lo falso? Hubo autoritarismo y personalismo en el gobierno de Rakosi. Lo pusieron en el poder los tanques rusos, no el pueblo húngaro. ¿Pero a quién apoyaba el pueblo húngaro? ¿No era a los alemanes? Hubo intervención de la CIA en Hungría. Los rusos eran repudiados en Hungría, también era cierto. Nadie era inocente. Eran enredados y antiguos procesos históricos, odios y resentimientos que no conocíamos ni estábamos dispuestos a comprender. Queríamos creer en la revolución y queríamos creer en la Unión Soviética. Lo simple era la fe. La fuerza que nos impulsaba. Necesitábamos colores planos, sin matices.
— Pero los matices existieron. Ana Pauker, Josip Tito, Vladislav Gomulka, Palmiro Togliatti, Georgy Lukács, fueron voces disidentes y distintas en un mundo que se quería homogéneo. Dijo Li Chong.
— Estábamos contra lo diverso. Queríamos un ejército político mundial. Jerarquías. Filas de combatientes uniformes. No era tiempo de discutir sino de hacer. La discusión era decadencia. El que piensa pierde. Tienes que cerrar los ojos y atacar. Tienes que ser ciego. La guerra es una máquina donde los operativos se cumplen. Si cada soldado piensa, no hay guerra. Es igual que subir o bajar los escalones. Si te pones a pensar si pisas bien en cada tramo, puedes tropezarte y caer.
1956. En América Latina cae la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en Venezuela. Manuel Odría, dictador peruano, convoca a elecciones democráticas. Son amnistiados los presos políticos apristas y comunistas.
En el norte de África, la confrontación entre los occidentales y los nativos árabes, berberiscos y beduinos venía desde la edad media.
El imperio francés se derrumbó y fragmentó. A pesar de las guillotinas portátiles que llevaban las tropas coloniales para decapitar a los rebeldes, Vietnam derrotó al ejército francés. Era el mismo ejército de Vichy, el que venía desde el militarismo que llevó a las dos guerras mundiales, el que acusó a Dreyfus en el siglo XIX y se rindió a los alemanes en el siglo XX. La guerra de independencia de Argelia se desató entre 1954-1962 y la guerra colonial portuguesa en 1961-1975. La insurrección de Camerún fue violentamente reprimida. Guinea decidió su independencia en un referéndum en 1959; dos años más tarde, todas las colonias francesas se independizaron pero el Sahara Occidental quedó bajo la dominación española. Sería invadido por orden del Rey Hassan mientras España transitaba del franquismo a la democracia al final de los setenta.
1952. Primer ataque de los Mau Mau matando a colonos ingleses y sus familias. Es una reacción ciega, implacable, sangrienta. Estado de emergencia en Kenia. Los kenianos acusados de colaborar con los rebeldes son torturados, sometidos a electro shocks, sus testículos son aplastados y los dedos de manos y pies son arrancados. Muchos son golpeados hasta la muerte por los soldados británicos en centros de interrogación. Uno de ellos se llama Hussein Onyango Obama, acusado de ser insurgente después de haber combatido en la guerra por los ingleses. Sale de una prisión de seis meses para morir, casi castrado, sin poder caminar. Su nieto se llamaría Barack Obama.
Entre 1954 y 1955 más de un millón de kikuyu fueron concentrados en aldeas para que confiesen sus culpas. Son el antecedente de las aldeas estratégicas que el ejército norteamericano instalaría en Vietnam. Cuando el régimen húngaro presentó al Cardenal Mindszenty como un sonámbulo que aceptaba todas las culpas, pocos sabían que los británicos habían experimentado los mismos métodos de lavado de cerebro con los prisioneros alemanes. El mundo condenó los suplicios de los judíos. No sabían que el ejército norteamericano experimentaba con los negros. Los negros eran los judíos de Norteamérica.
— ¿Quién es el bueno, quién es el malo? ¿Cómo y a quién aplicar la regla moral cuando la moral no existe? Movió la cabeza Li Chong.
1955. Emmett Till, un adolescente negro, es apaleado y asesinado por silbarle a una mujer blanca en una tienda de Chicago. Su madre deja el féretro abierto para que se vean las huellas de la paliza. Cincuenta mil personas acompañan el funeral.
1955. Rosa Parks se niega a levantarse de su asiento en un autobús. No lo cede a un pasajero blanco como era su obligación por ser negra.
El Partido Comunista de Malasia luchó contra los japoneses y luego contra los colonialistas británicos desde 1948 hasta 1960. Conseguida la independencia de Gran Bretaña en 1957, Singapur logró su autonomía en 1959. Papua-Nueva Guinea, se independizó de Australia recién en 1975.
1954. El orgulloso ejército colonial francés fue derrotado en Dien Bien Phu y Francia debió conceder la independencia a los indochinos; pero los guerrilleros vencedores tuvieron que aceptar los acuerdos de Ginebra que dividieron el país por el paralelo 17. El acuerdo para un país unificado debía ser ratificado en un plebiscito en 1956. Ni los franceses ni los norteamericanos lo quisieron. Ante la negativa a celebrar el referéndum en Vietnam del Sur, y desatada la persecución contra budistas, comunistas y opositores, estalló la guerra civil en 1958.
Bernardo leía estas noticias en la radio y se iba interesando en los cables de la United Press. El espacio internacional del noticiario empezó a extenderse.
Estados Unidos comenzó a intervenir desde 1956 y se empantanó en una represión criminal primero y en una atroz guerra después, a partir de 1964. El napalm y el agente naranja fueron usados sin discriminación. Hasta que en 1973 sus soldados tuvieron que abandonar velozmente el país. Lo de Bahía de Cochinos había sido una derrota indirecta y pequeña. La de Vietnam fue una retirada en grandes dimensiones.
El heroísmo de los vietnamitas conducidos por Ho Chi Minh movilizó multitudes pacifistas en Europa y Estados Unidos. Su metodología serviría de marco teórico para las primeras guerrillas latinoamericanas. Las guerrillas vietnamitas fueron ejemplo para América Latina.
Laos y Camboya consiguieron su independencia de Francia por los acuerdos de Ginebra. Se estableció un régimen parlamentario en 1946. Los Estados Unidos extendieron la guerra de Vietnam a Camboya que terminaría en el terrible genocidio desarrollado por Pol Pot en 1975.
— ¿Y qué? Desde la misma revolución rusa de 1917, el crimen coexistió con la ideología. ¿No fue el proyecto de Pol Pot la culminación extrema de la historia de los proyectos desde Robespierre? ¿No fueron Rakosi de Hungría o Ceaucescu de Rumania la culminación, o degeneración si así lo quieres, del leninismo? El deseo de gobernar el mundo, lograr que los demás sean la reproducción de lo que el proyectista quiere que sean, los colores planos imponiéndose a los matices. Dijo Li Chong.
Corea se independizó de Japón cuando éste perdió la guerra pero Estados Unidos promovió su división en 1950. Las guerrillas de Kim Il Sung fueron detenidas por Mac Arthur. Y Mac Arthur fue detenido por los chinos y por su falta de apoyo político en los Estados Unidos. Guerra por guerra, sangre por sangre, se fueron señalando las fronteras entre los imperios.
— Era la misma política de los poderosos del mundo: la que había dividido India, Bangladesh y Pakistán, Vietnam del Norte y Vietnam del Sur, Corea del Norte y Corea del Sur.
— Pero no era solo eso. También había grupos internos que respaldaban esa división, grupos subordinados a los grandes.
El clima de tensión entre norte y sur precipitó otra guerra que los Estados Unidos perdieron.
Los franceses tuvieron que rendirse en Dien Bien Phu, los norteamericanos pidieron armisticio ante la coalición de chinos y coreanos en los cincuenta. Años después, en los setenta, saldrían corriendo de Vietnam.
El poder tiene sus límites. ¿Dónde están sus límites? En la lucha del pueblo, en el agotamiento del propio poder, en los matices de la realidad. Fue la descolonización africana, el 59 cubano, el 68 parisino, el tránsito al socialismo, acontecimientos que fueron obligando a la destrucción de una parte, solo una parte, de la herencia de la Conferencia de Berlín.
— Sin embargo, después de Vietnam y del mayo francés, después de la descolonización, vino el ajuste de cuentas. Pinochet, Videla, los coroneles griegos. Dijo Bernardo. Entramos al mundo unipolar dominado por Wall Street mientras la Unión Soviética se congelaba hasta que se desplomó en los noventa. Nadie podía imaginarse eso en los cincuenta. Todavía creíamos en la Unión Soviética, admirábamos Stalingrado, leíamos a Stalin. Dijo Bernardo.
Li Chong interrumpió.
— Pero ustedes sabían, conocían los límites, defectos y peligros del camino que proponían.
— No creíamos en eso de un socialismo sin la Unión Soviética. ¿Lo sabíamos y nos negábamos a ver una realidad compleja? ¿O preferíamos ignorarla? Queríamos tener fe, sin fe la revolución no era posible. El mundo estaba dividido entre fieles e infieles. La fe nos era indispensable, como el oxígeno. Por eso Lucho Zapata les puso a sus hijos Pavel, Ivochka, Natacha. Creía en Madre Coraje, en Cemento, detestaba a Valtin, a Koestler, escritores vendidos al imperialismo. La vida era una novela del realismo socialista.
Huelgas en las minas de la Cerro de Pasco Copper Corp. La Federación Minera negocia de igual a igual con la empresa, a pesar de las amenazas. Las minas son tomadas por los trabajadores incluyendo los exclusivos barrios de los ingenieros norteamericanos. La Cerro es obligada a ceder. Los cerros y arenales de Lima se pueblan de gente del campo. Se espera que ese pueblo pobre de raíz originaria tome la orgullosa capital criolla.
1959. Los comuneros de la sierra central invaden la hacienda Paria, que les pertenecía hasta que los hacendados republicanos se la arrebataron en el siglo XIX.
1959. Violentos incidentes en Casagrande, la hacienda azucarera de los Gildemeister. La policía dispara contra los trabajadores. Cuatro muertos y veintitrés heridos.
1960. Enarbolando sus títulos coloniales, la comunidad de Raneas decide recuperar los pastizales que le pertenecieron bajo el Rey. La república los despojó para entregarlos a la Cerro, que cría miles de ovinos de raza en las frías pampas de Junín. Como en la Inglaterra de Enrique VIII, las ovejas han reemplazado a los hombres. La policía mata a tres comuneros. Las recuperaciones pacíficas se multiplican en los departamentos del centro.
1960. Motín en Chimbote. Los obreros se sublevan contra la siderúrgica SOGESA. El gobierno moviliza a la policía y la armada. Cuatro muertos y quince heridos.
1960. Huelga prolongada en Paramonga, la hacienda e ingenio de la Grace. La policía dispara contra los trabajadores. Tres muertos y dieciséis heridos.
1960. En el sur andino, millares de hambrientos campesinos del altiplano puneño, vistiendo andrajos, repletan el tren Cusco-Huadquiña huyendo de la sequía y la inanición hacia el paradisíaco valle de La Convención y Lares, donde son contratados como arrendiris para cultivar café, el oro de los años sesenta. Allí el dinero corre como las aguas del Vilcanota y se convierte en cerveza al tiempo que los hambrientos mutan de indios a campesinos y de campesinos a proletarios. Pronto, guiados por obreros cusqueños que también se mudan a los valles tropicales y asesorados por abogados comunistas del Cusco, forman sindicatos, hacen asambleas, exigen mejores salarios. Habituados al antiguo régimen de los indios gratuitos y serviles, los patrones terratenientes no saben qué hacer.
El sindicato de Chaupimayo liderado por Hugo Blanco, toma la vanguardia y postula auto defenderse de guardias y hacendados construyendo un poder campesino. La prensa de Lima estalla: ¡hay guerrillas en La Convención! Era falso. Solo eran sindicatos que trataban de repetir la experiencia de la revolución boliviana de 1952. Milicias armadas, autodefensa, poder dual, eran los paradigmas de la época para un sector de la izquierda.
1959: la revolución de los barbudos triunfa en Cuba. Había democracias parlamentarias en Chile, Argentina, Brasil, Perú, Venezuela con partidos mayoritarios amigos de los Estados Unidos. Reinaban la Liberación Nacional de Figueres en Costa Rica, los liberales y conservadores en Colombia, Acción Democrática en Venezuela, demócratas cristianos socialistas en Chile, el Apra en el Perú. Colombia se desangraba en una guerra civil después de la muerte de Jorge Eliécer Gaitán. Centroamérica era tierra de dictadores y empresas bananeras.
Desde el Partido Nueva Constitución, Habib Burguiba logró una estrategia negociada por etapas para la independencia de Túnez. Primero el autogobierno, luego una monarquía constitucional y en 1957 la independencia como república. Independencia pero no democracia. Gobernó hasta que murió. Nunca fue acusado de ser dictador porque a las potencias europeas no les convenía que algo se mueva en el mundo árabe.
El reino de Marruecos alcanzó la independencia el 2 de marzo de 1956. La independencia pero no la democracia. El régimen de Hassan mantuvo la opresión sobre las mujeres, los bereberes, saharianos y las gentes del desierto.
Medio millón de argelinos musulmanes y 25.000 soldados franceses perdieron la vida en la guerra de independencia de Argelia entre 1954 y 1962. Entre la OAS y el FLN se respondió terror con terror. Era el pueblo contra los colonialistas. El ejército francés asesorado por la CIA, aplicó el sistema de torturas de los nazis, el mismo que aplicaron los ingleses en Kenia, sería exportado después al Chile de Pinochet, la Argentina de Videla, el Brasil de los militares.
Terminada la Segunda Guerra Mundial, Jomo Kenyatta en Kenia. Nkwane Nkrumah en Costa de Oro (Ghana), Sedar Senghor en Senegal, Houphouet Boigny en Costa de Marfil, Julius Nyerere en Tanzania, aparecieron como rostros de una África que despertaba. Eran moderados, hablaban inglés y francés. Eran la élite de la colonia indígena y, como los antiguos curacas americanos, la parte terminal del pulpo colonial.
Li Chong recordó:
— ¿Cómo podían hablar de descolonización? Durante la guerra, Verwoerd y Vorster de la Unión Sudafricana y los gobernadores de las colonias francesas reconocieron lealtad al gobierno de Vichy. Los franceses de Vichy y Argelia, los ingleses y holandeses de Sudáfrica, los belgas del Congo, eran tan nazis como los alemanes hitlerianos.
Samuel intervino limpiando su inseparable armónica.
— El nazismo, entendido como racismo y creencia en la superioridad de los blancos fue europeo, no solo alemán; y acompañó a la Ilustración y la Revolución Francesa cuando la ley Chapelier abolió las corporaciones medievales, persiguió a los primeros obreros organizados y cuando Napoleón quiso aplastar en sangre la revolución de los haitianos. El hitlerismo y el fascismo fueron populares y tienen raíces históricas en la modernidad y la democracia. Después la culpa se la echaron a los alemanes.
En Rodhesia del Sur, rica en minerales, los colonos blancos establecieron un régimen de apartheid como el de Sudáfrica. En 1979 fueron desalojados del poder y el territorio alcanzó la independencia con el nombre de Zimbabwe.
No solo era Alemania; el mundo de los ricos era nazi. Es nazi, en el fondo de su subconsciencia. La solución final contra los judíos, homosexuales, enfermos mentales, gitanos, anarquistas, socialistas y comunistas en el paroxismo alemán, tuvo antecedentes históricos en las reducciones norteamericanas de indios, en las matanzas masivas de iroqueses, apaches, mohicanos, apalaches y cherokees, las guerras del desierto contra los patagones en Argentina, contra los charrúas en el Uruguay, el exterminio de araucanos y mapuches en Chile, la esclavización de los pueblos amazónicos en la era del caucho, la esclavitud de los trabajadores chinos y polinesios en las Américas. Los crímenes de los militaristas japoneses contra chinos y coreanos eran parte del mismo cuadro. Enardecidos por su voracidad y auto convencidos de una supuesta superioridad racial, los saqueadores instalaron guetos en Alemania para los judíos, en Estados Unidos para los negros e indios, en Sudáfrica para los negros, indios y mulatos.
Como la historia la hacen los vencedores, se cree que solo los hitlerianos fueron los racistas. Nada más falso. El racismo en sus diversas formas, antisemitismo, creencia en la inferioridad biológica de africanos, indígenas americanos y asiáticos, fue un fenómeno generalizado durante el siglo XIX.
— En el período de la descolonización africana, los colonialistas dijeron que se iban, pero su retirada fue a medias. Y además dejaron miseria, ignorancia, enfermedad, desorden. Dejaron a sus pupilos en el sistema político, pero se quedaron en los bancos, las minas de cobre, en el petróleo, en los tráficos de diamantes, oro y marfil.
— Hubo casos excepcionales, discrepó Bernardo.
— Sí, pero los aplastaron, los eliminaron de manera brutal, dijo Li Chong. Recuerda el caso de Lumumba.
Tras la independencia de la tutela belga, Patrice Émery Lumumba fue nombrado Primer Ministro de la República Democrática del Congo entre junio y septiembre de 1960. Era un colonizado notable. En 1954 recibió su carta «de matriculado», honor concedido por los belgas apenas a doscientos de los trece millones de congoleses. Era pues, miembro de una élite. La independencia concedida el 30 de junio de 1960 a los congoleses por los herederos de Leopoldo, vino con un perverso regalo: sería dada solo si el Congo aceptaba pagar la deuda externa de Bélgica. La república congolesa nació teniendo que devolver un préstamo que jamás aprobó ni recibió.
El Movimiento Nacional Congolés y sus aliados ganaron las elecciones y el 23 de junio de 1960, Lumumba se convirtió en Primer Ministro del Congo independiente. Decretó la africanización del ejército que estaba en manos de los belgas. Entonces Moise Kapenda Tschombe declaró la independencia de la provincia de Katanga, allí donde estaban el cobre y los minerales de las empresas belgas y transnacionales. La joven república quedó sin ingresos y con una inmensa deuda. Lumumba pidió apoyo de la URSS para sobrevivir. La decisión fue tomada como un insulto por las potencias coloniales. Presionado por los colonialistas, en septiembre de 1960, el presidente Joseph Kasa Vubu destituyó a Lumumba y sus ministros. Lumumba se mantuvo en el cargo y el parlamento trató de destituir al presidente sin lograrlo. Lumumba fue puesto bajo arresto domiciliario protegido de los asesinos belgas, mercenarios y colonialistas por tropas de la ONU. Apoyado por el presidente Kasa Vubu, el coronel Joseph Désiré Mobutu tomó el poder. En diciembre de 1960, Lumumba se escapó de la capital para intentar tomar Stanleyville. Los esbirros de Mobutu le siguieron la pista y la ONU se negó a dar nueva protección al evadido. Dag Hammarskjöld2 se lavaba las manos.
Se desató la cacería. A la cabeza de un destacamento de sabuesos Frank Carlucci, agente de la CIA, lo persiguió y arrestó mientras pasaba el río Sankuru. Obligado a mantener la cabeza baja, humillado y esposado, fue enviado al campamento militar de Thysville por orden de Mobutu y mostrado a la prensa occidental como un salvaje africano capturado.
El 17 de enero de 1961, Lumumba, Mpolo y Okito fueron conducidos en avión a Elisabethville en Katanga, y ejecutados en presencia de Tshombe, Munongo, Kimba, dirigentes del Estado de Katanga y agentes de espionaje belgas y norteamericanos. Querían asegurarse de que esté bien muerto. Al día siguiente hicieron desaparecer los restos de las víctimas. Varios seguidores de Lumumba fueron ejecutados en los días que siguieron por militares o mercenarios belgas.
—En Lima, muy lejos del Congo, dijo Bernardo, estos abusos nos hacían hervir la sangre en nuestras venas. Teníamos que hacer algo. África era nueva para nosotros. Apenas si conocíamos su geografía y sus naciones.
Abril de 1961. Playa Girón. Contrarrevolucionarios y mercenarios son derrotados por el ejército rebelde de Fidel Castro. La primera derrota que sufre el imperialismo norteamericano en América Latina.
15 de diciembre 1961. Un grupo trotsquista de combate encabezado por el argentino «Che» Pereyra y el español José Martorell e integrado por José Fonkén y estudiantes de la Universidad de Ingeniería asalta el Banco Popular.
15 de abril de 1962. El mismo grupo asalta el Banco de Crédito tratando de conseguir dinero para ayudar al movimiento de Hugo Blanco en La Convención y Lares.
29 de mayo 1962. A la cabeza de un grupo de escolares de la Gran Unidad San José, el Subteniente de la Guardia Republicana Francisco Vallejo, con el dirigente campesino Humberto Mayta y el sindicalista Jacinto Rentería, toman la ciudad de Jauja, asaltan dos comisarías y el banco Internacional, fugan hacia la selva y llaman a las comunidades indígenas a iniciar una revolución socialista. Vallejo y Mayta mueren en combate con la Guardia de Asalto. El resto son capturados y apresados.
Derrota de los revolucionarios en el Congo. Triunfo revolucionario en Playa Girón. Primer grito revolucionario en Jauja. Y despertar de los afro descendientes en los Estados Unidos. Todo era parte de una misma onda sísmica. El temor al poder de las potencias imperialistas se resquebrajaba.
Los Estados Unidos ocultaron siempre que mantenían una política de segregación contra los afrodescendientes, aun después de la guerra civil. Los blancos del sur no aceptaron su derrota frente a Lincoln. Iniciaron la «reconstrucción» después de la guerra de secesión. Continuaron persiguiendo, explotando y separando a los negros incluso en el norte, en Nueva York, Boston, Detroit y Chicago.
Estamos en los años sesenta. En el democrático Estados Unidos, blancos y negros son «iguales» según la letra de la Constitución pero están separados y son desiguales en la vida diaria. Los blancos exterminaron a los indios en el siglo XIX. Como no pueden exterminar a los negros, quieren mantenerlos a raya en sus barrios pobres.
Desde 1876, las leyes de Jim Crow establecieron el régimen de «iguales pero separados» entre negros y blancos. Los códigos negros de 1800 y 1866 limitaban los derechos de los negros.
Los asientos de la parte delantera, hasta la mitad de los autobuses, son solo para blancos, los negros eran obligados a sentarse en la parte trasera.
Se prohíbe la entrada de gente de color a restaurantes, parques y hoteles.
El matrimonio, la convivencia o la confraternización entre parejas de distinto color son prohibidos. Los raros matrimonios de blancas con negros o blancos con negras no se atreven a mostrarse juntos. Pueden ser golpeados y hasta linchados.
Los niños negros no pueden matricularse en escuelas para blancos.
Desde el siglo XIX el Ku Klux Klan promueve la supremacía de la raza blanca. Advierte a los «afroamericanos» que deben respetar los derechos de la raza blanca «en cuyo país se les permite vivir». La Legión Negra del Klan (usa uniformes negros) asesina a socialistas y comunistas.
1954. Caso Brown y Board of Education. La Corte Suprema de los Estados Unidos declara inconstitucional la segregación racial en las escuelas.
1960. John Kennedy es elegido Presidente de los Estados Unidos.
La historia de Ruby Bridges. Irónicamente, su nombre era Ruby Bridges que significa puentes, pero se le impedía coexistir con los niños blancos por ser negra. Fue la primera niña que asistió a una escuela para blancos, la de William Frantz, en Nueva Orleans, cuando en 1960 el tribunal federal ordenó a la ciudad acabar con la segregación de sus escuelas públicas. La pequeña tuvo que ser escoltada por alguaciles federales desde su casa hasta la escuela. Una multitud indignada la insultaba a gritos a las puertas de la escuela y Ruby debió asistir a clases sola durante el primer año porque, profundamente ofendidos, los padres se llevaron a sus hijos a otros colegios en señal de protesta.
Los sindicatos más poderosos como el Brotherhood of Locomotive Firemen and Enginemen, prohibían expresamente la admisión de negros, mexicanos e indios.
Los sindicatos de la AFL CIO organizaron ramas auxiliares para trabajadores negros, para que no se mezclen con los blancos.
La historia de Rosa Parks. El 1 de diciembre de 1955 Rosa Parks, una mujer negra, se niega a ceder su asiento a un hombre blanco en un autobús y es arrestada porque la ley establece que los negros no pueden ocupar los asientos de los blancos. Martin Luther King y la National Association for the Advancement of Colored People declaran que no subirán a ningún autobús mientras se mantenga la discriminación.
Luther King es arrestado. Entonces ningún negro sube a los buses. 40.000 negros prefieren caminar kilómetros antes de aceptar la humillación. La campaña contra la segregación en los buses dura todo el año. El 30 de enero de 1956, las casas de Martin Luther King, Ralph Abernathy y cuatro iglesias son atacadas con bombas incendiarias.
13 de noviembre de 1956. La Corte Suprema de los Estados Unidos declara ilegal la segregación en los autobuses, restaurantes, escuelas y lugares públicos. Pero solo seis niños negros son admitidos en las escuelas blancas en St. Augustine, Florida. Las casas de dos familias de estos niños fueron incendiadas por los segregacionistas blancos. Otras familias son forzadas a marcharse de la región.
1957. Se funda la SCLC (Conferencia Sur de Liderazgo Cristiano), con la presidencia de Martin Luther King.
1961. John Edgar Hoover, Director del FBI durante 48 años, desde 1924 hasta 1972, feroz anticomunista y antisemita, comienza a someter a vigilancia a Martin Luther King. Hoover coexistió con ocho presidentes y fue temido por todos ellos.
En una detención masiva de manifestantes pacíficos se incluye a Luther King. Él rechaza pagar la fianza en tanto la ciudad no haga concesiones a las reclamaciones que habían provocado las manifestaciones.
En julio de 1962 es condenado a 45 días de prisión. Es liberado a los tres días.
Otra vez es arrestado y encarcelado durante dos semanas.
La primavera siguiente, la ciudad de Albany anularía todas sus leyes segregacionistas. En el papel. La realidad es otra cosa.
Agosto 1961. El Che habla en Punta del Este cubierto de lustroso verde olivo usando barbas ralas y fumando habanos en aquél escenario donde se movían incómodos en sus asientos los pulcros y perfumados diplomáticos y técnicos de terno y corbata.
«Una nueva etapa comienza en las relaciones de los pueblos de América», dice, y es cierto. Sólo que esa nueva etapa comienza bajo el signo de Cuba, Territorio Libre de América, y esta Conferencia y el trato especial que han tenido las Delegaciones y los créditos que se aprueben, tienen todos el nombre de Cuba, les guste o no les guste a los beneficiarios, porque ha habido un cambio cualitativo en América, como es el que un país se pueda alzar en armas, destruir a un ejército opresor, formar un nuevo ejército popular, plantarse frente al monstruo invencible, esperar el ataque del monstruo y derrotarlo también.
No era el primero en violar las reglas del buen comportamiento. Los barbudos del 26 ya habían escandalizado a Nueva York alojándose en Harlem.
Hacer reforma agraria es hacer justicia, decía el Che.
Los expertos sugieren sustitución de ineficientes latifundios y minifundios por fincas bien equipadas. Nosotros decimos: ¿quieren hacer Reforma Agraria?, tomen la tierra al que tiene mucha y dénsela al que no la tiene. Así se hace Reforma Agraria, lo demás es canto de sirena. La forma de hacerlo: si se entrega un pedazo en parcelas de acuerdo con todas las reglas de la propiedad privada; si se hace en propiedad colectiva; si se hace una mezcla –como tenemos nosotros– eso depende de las peculiaridades de cada pueblo. Pero la Reforma Agraria se hace liquidando los latifundios, no yendo a colonizar allá lejos.
Febrero 1962. Segunda Declaración de La Habana. Se abren las escuelas militares en Cuba para la enseñanza de la técnica guerrillera de combate a los grupos latinoamericanos y africanos que lo soliciten. En realidad ya existían antes. Cientos de jóvenes latinoamericanos empiezan a pasar por esas escuelas. Los grupos de peruanos llegan a la isla.
Mayo 1962. Se sublevan los militares en Carúpano y Puerto Cabello, Venezuela. El MIR y el Partido Comunista son ilegalizados por el gobierno de Rómulo Betancourt.
Setiembre 1962. Un grupo de 40 jóvenes fundan el Ejército de Liberación Nacional en las montañas de Pinar del Río preparando la invasión guerrillera al territorio peruano.
Octubre 1962. Las flotas rusa y norteamericana se acercan. El mundo contiene la respiración esperando el comienzo de la guerra atómica entre la Unión Soviética y los Estados Unidos. Kennedy amenaza con la guerra atómica si la Unión Soviética no retira sus misiles de Cuba. Crisis de los cohetes. Acuerdo de los soviéticos con las Naciones Unidas. Los misiles son retirados de Cuba.
Birmingham no tenía ni policías, ni bomberos, ni tenderos, ni directores, ni empleados de banca negros. Los negros solo eran aceptados en las acerías para los peores trabajos manuales que los blancos se negaban a cumplir. Una secretaria negra no podía trabajar para un patrón blanco.
Cuando el pastor Shuttlesworth intentó luchar legalmente para que se desegregasen los parques de la ciudad, la ciudad cerró los parques. Estallaron bombas en la casa de Shuttlesworth y la iglesia donde el pastor predicaba. Shuttlesworth fue detenido en 1962. El pastor pidió la ayuda de Martin Luther King y del SCLC.
2 de mayo 1963. Cientos de estudiantes de todas las edades son arrestados por la policía. Se utiliza perros y chorros de agua a alta presión que pueden romper la ropa o levantar a una niña por encima de un auto. Las cárceles se llenan. Los niños se presentaron cantando para ser arrestados.
11 de mayo de 1963. El Gastón Motel, donde se había alojado poco antes Martin Luther, es dejado en ruinas por una bomba. Otra bomba daña la casa del reverendo Alfred Daniel Williams King, hermano de Martin Luther.
15 de mayo 1963. Javier Heraud es asesinado en Puerto Maldonado.
28 de agosto de 1963. Seis organizaciones por los derechos civiles convocan a la Marcha sobre Washington por el trabajo y la libertad. Más de 250.000 personas se reúnen frente al Capitolio.
15 de setiembre. Un atentado con bomba del Ku Klux Klan contra una iglesia bautista durante el momento de la oración provoca la muerte de cuatro muchachas negras y deja heridos a 22 niños.
22 de noviembre de 1963. Es asesinado el presidente Kennedy. Nunca se supo quién lo asesinó.
Pascua de 1963. Un boicot incita a los jefes de empresas a que abran los empleos de vendedores y otros puestos a las personas de todas las razas, y para que las tiendas dejen de tener cajas de cobro reservadas exclusivamente para los blancos.
Miles de negros y negras hacen sentadas en restaurantes y bibliotecas, arrodillamiento en las iglesias reservadas a los blancos, marchas de protesta pacíficas.
1964. Es derrocado el gobierno democrático de Juan Bosch en República Dominicana. El coronel Francisco Caamaño se levanta defendiendo a Bosch. La OEA acuerda la intervención. Tropas norteamericanas invaden el país defendiendo en la práctica a los militares que buscan imponer un trujillismo sin Trujillo.
1964. Militares brasileños derrocan al gobierno democrático de Joao Goulart. Empieza el largo régimen de la dictadura brasileña.
Mayo y junio de 1964. Una marcha nocturna alrededor del antiguo mercado de esclavos termina con los manifestantes atacados por los segregacionistas blancos y con la detención de cientos de personas. Las prisiones resultan pequeñas, se tiene a los detenidos al aire libre. Algunos manifestantes son arrojados al mar por la policía y por los segregacionistas, y se libran de ahogarse durante un intento de llegar a las playas de Anastasia Island, reservadas a los blancos.
Un grupo de manifestantes se lanza a la piscina del motel Monson prohibido a los negros. El propietario del motel vierte ácido muriático para hacer salir a los activistas.
2 de julio de 1964. Se aprueba la Ley de Derechos Civiles.
14 de octubre de 1964, Martin Luther King es galardonado con el Premio Nobel de la Paz.
Diciembre de 1964, Martin Luther y el SCLC unen sus fuerzas otra vez con el Student Nonviolent Coordinating Committee en Selma Alabama. La mitad de los habitantes de la ciudad eran negros, pero solo el 1% de ellos estaban inscritos en los padrones electorales.
Marzo de 1965. Estallan las guerrillas en el Perú en varios frentes. El MIR en el centro y el sur y el ELN en la provincia de La Mar en Ayacucho.
7 de marzo de 1965, «domingo sangriento». Seiscientos defensores de los derechos civiles salen de Selma hacia Montgomery, la capital del estado. Caminan, cuando llega la noche duermen en los campos. En el puente Edmund Pettus, la policía y una muchedumbre de racistas blancos, los rechaza con gases lacrimógenos y a golpe de porras. Es el domingo sangriento. Son veinticinco mil cuando llegan al capitolio de Montgomery, el jueves 25 de marzo. Martin Luther King pronuncia el discurso How Long, Not Long, cuánto tiempo, no mucho tiempo. Ese mismo día, la militante blanca de los derechos civiles, Viola Liuzzo, es asesinada por el Ku Klux Klan cuando transportaba a manifestantes en su auto.
1966. El movimiento se extiende hacia el norte. Grandes marchas en Chicago. Son recibidos por muchedumbres que los insultan y les lanzan botellas.
Las guerrillas peruanas han sido debeladas. Mueren cientos de guerrilleros y campesinos en las montañas andinas.
Bombardeos masivos e implacables en Vietnam.
4 de abril de 1967, Martin Luther King pronunció en Nueva York el discurso «Más allá de Vietnam: el momento de romper el silencio». Llama al gobierno estadounidense «el más grande proveedor de violencia en el mundo de hoy».
Time dice al día siguiente: «una calumnia demagógica que parecía un guión de Radio Hanoi». The Washington Post declara que «King ha disminuido su utilidad a su causa, su país, su gente».
Luther King envía una carta al monje budista y pacifista vietnamita Thich Nhat Hanh. Acusa a los Estados Unidos de haber asesinado a un millón de vietnamitas, sobre todo niños. Cuestiona «nuestra alianza con los terratenientes de América Latina» y se pregunta por qué los Estados Unidos reprimían en lugar de apoyar las revoluciones de los «pueblos descalzos y descamisados» del tercer mundo.
8 de octubre de 1967. El Che es asesinado en Bolivia.
King afirma: Debemos incluir a los amerindios, los puertorriqueños, los mexicanos e, incluso, a los blancos pobres. No deben ser solo las gentes negras, sino todos los pobres.
Recorre el país para reunir un «ejército multirracial de los pobres», que marcharía sobre Washington e iniciaría una desobediencia civil en el Capitolio, que duraría hasta que el congreso firmase una declaración de los derechos humanos del pobre.
El 3 de abril, en el Masón Temple (Church of God in Christ, Inc. sede mundial), Martin Luther hace el discurso «He estado en la cima de la montaña»:
Algunos han comenzado a […] hablar de amenazas que se perfilan. ¿Qué es lo que me podría ocurrir por parte de uno de nuestros malvados hermanos blancos?… Como todo el mundo, a mí me gustaría vivir mucho tiempo. La longevidad es importante, pero eso es algo que ahora no me preocupa. Yo solo quiero cumplir la voluntad de Dios. ¡Y él me ha autorizado a subir a la montaña! Y he mirado en torno a mí y he visto la tierra prometida. Puede que yo no vaya allí con vosotros. Pero quiero que sepáis esta noche que nosotros llegaremos como pueblo a la tierra prometida. Y estoy muy feliz esta noche. No tengo ningún temor. No tengo miedo de ningún hombre. ¡Mis ojos han visto la gloria de la venida del señor!
El 4 de abril de 1968 a las 18 horas y un minuto, fue asesinado en el balcón del Lorraine Motel en Memphis Tennessee. Sus últimas palabras en ese balcón fueron dirigidas a Ben Branch, el músico que iba a actuar esa noche:
— Ben, prepárate para tocar Precious Lord, Take My Hand (Señor, toma mi mano) en la reunión de esta noche. Tócala de la manera más hermosa.
En 1968 se sublevaron los estudiantes de París, de Berlín, de Berkeley. En octubre, las Fuerzas Armadas peruanas toman el poder para iniciar, bajo la dirección de Juan Velasco Alvarado, un proceso radical de cambios estructurales.
James Earl Ray, un evadido de prisión, fue capturado cuando intentaba salir del Reino Unido con un falso pasaporte canadiense a nombre de Ramón George Sneyd. Extraditado a Tennessee se declaró culpable. Fue condenado a 99 años de prisión pero nunca dijo quién le había encargado matar a King. En 1999, un año después de la muerte de Ray, la viuda de Martin Luther, Coretta Scott King y su familia, ganaron un proceso civil contra Loyd Jowers (propietario de un restaurante no lejos del Motel) y «otros conspiradores». En diciembre de 1993, Jowers reveló detalles de una conspiración que implicaba a la mafia y al gobierno para asesinar a Martin Luther. Jowers relató durante el juicio que recibió 100.000 dólares para organizar el asesinato. El jurado le declaró culpable y dijo que «agentes federales habían estado implicados en el complot para el asesinato».
Con Martin Luther King el poder asesino de los hitlerianos mundiales aplicó el mismo formato que con Kennedy: matar primero, despistar las investigaciones mediante un falso culpable, dejar todo en el silencio, desaparecer a todos los testigos.
En Sudáfrica, cuando el Partido Nacionalista ganó las elecciones en 1947 en una coalición con el Partido Afrikaans, el gobierno del pastor protestante Daniel Francois Malan segregó a blancos, indios, mulatos y negros. Se reservó distritos exclusivos para blancos, obligando a blancos e indios a emigrar a otros lugares. Playas, autobuses, hospitales, escuelas y bancos en los parques públicos eran exclusivos de los blancos. Los negros debían portar documentos de identidad en todo momento y les estaba prohibido quedarse en algunas ciudades o entrar en ellas sin permiso.
Johannes Gerhardus Strijdom, primer ministro sucesor de Malan, promulgó las siguientes leyes:
Los negros no podían ocupar puestos públicos.
Los negros estaban prohibidos de votar, excepto en organizaciones de negros.
Los negros no podían tener negocios en áreas asignadas a los blancos.
Los negros no podían ejercer las profesiones de los blancos.
Los negros no podían viajar en los autobuses donde iban blancos.
Los negros necesitaban pases especiales para entrar en zonas asignadas para población blanca. Los juzgados, correos y otros edificios públicos, tenían accesos diferentes para blancos y negros.
Las áreas asignadas a los negros en las ciudades no tenían electricidad o agua. Los hospitales para negros estaban mal equipados, faltos de personal y eran muy pocos.
La educación superior era prohibitiva para los negros.
Había salarios mínimos diferentes: 360 rand para los negros y 750 rand para los blancos.
El gobierno creó diez estados autónomos para negros llamados bantustanes. El gobierno decía que los negros no eran ciudadanos de Sudáfrica, sino transeúntes procedentes de los bantustanes.
Tres millones y medio se vieron obligados a desplazarse hacia estos «estados», se les otorgó la nacionalidad de un «Estado» donde nunca habían vivido. La población negra «temporal» debía circular por el territorio de Sudáfrica solamente si tenía pasaportes.
Sesenta mil habitantes de Johannesburgo fueron forzados a ocupar Soweto. En febrero de 1955, los cincuenta mil habitantes negros de Sophiatown fueron evacuados a la fuerza, localizándolos en una zona denominada Meadowlands anexa a Soweto. Sophiatown fue destruida por retroexcavadoras y se construyó una nueva urbanización llamada Triomf para la población blanca.
La población fue clasificada en cuatro grupos. El grupo «de color» lo componían mulatos mezcla de bantúes y koishan con descendientes de europeos. Se examinaba las encías de las personas para distinguir negros y mulatos.
Los mulatos fueron obligados a reubicarse en zonas asignadas a ellos, abandonando casas y tierras que les habían pertenecido por generaciones. Su derecho al voto les era negado en la misma forma que a los negros. La teoría del apartheid sostenía que los de color eran ciudadanos de Sudáfrica con derechos limitados, mientras que los negros eran ciudadanos de cualquiera de los diez estados autónomos creados para ellos.
El Congreso Nacional Africano (ANC), formado por sudafricanos negros, empezó la desobediencia pública y marchas de protesta.
En 1955 el ANC y el Congreso Indio formaron una coalición para luchar contra la discriminación.
El 21 de marzo de 1960 un grupo se congregó en Sharpeville para protestar contra la exigencia que los negros portaran pases. La policía abrió fuego contra la multitud matando a 69 personas e hiriendo a 186. Todas las víctimas eran negros y a la mayoría se les había disparado por la espalda. El ANC y el ACP fueron ilegalizados.
Las protestas siguieron y en 1963 el primer ministro Hendrik Frensch Verwoerd declaró el estado de emergencia, permitiendo la detención de personas sin orden judicial. Más de 18.000 manifestantes fueron arrestados. En el juicio de Rivonia en junio de 1964 Nelson Mandela y otros siete disidentes políticos fueron condenados por traición y sentenciados a cadena perpetua.
La declaración de Mandela en dicho juicio fue:
He luchado contra la dominación de los blancos y contra la dominación de los negros. He deseado una democracia ideal y una sociedad libre en que todas las personas vivan en armonía y con iguales oportunidades. Es un ideal con el cual quiero vivir y lograr. Pero si fuese necesario, también sería un ideal por el cual estoy dispuesto a morir.
2 Diplomático sueco, Secretario General de las Naciones Unidas desde abril de 1953 hasta septiembre de 1961, cuando murió en un accidente aéreo estando en misión en el Congo.