En el país, al igual que en otras regiones, las privatizaciones provocaron impactos económicos y sociales negativos.
Como ya lo dijimos, “Neoliberalismo: enajenación de empresas y recursos naturales, 1985-2005” (2018) es el frondoso informe de la Comisión Especial Mixta de Investigación de la Privatización y la Capitalización (CEMIPyC), creada por la Asamblea Legislativa Plurinacional en 2013, y que concluyó sus labores en diciembre pasado. De la “versión resumida” de este documento volvemos a “resumir” para los lectores sus 14 conclusiones finales, las cuales dan una idea de la importancia del trabajo realizado.
i) Datos numéricos. A partir de 1933 se crearon en el país 212 empresas públicas (bajo tuición de ministerios 78; de las corporaciones regionales, 92; de las prefecturas, 17 y de los gobiernos municipales, 25). Desde luego, el período iniciado en 1952 fue el más fecundo en la creación de grandes empresas “estratégicas”: Comibol, ENDE, ENFE, Entel, Enaf (excepto YPFB, fundada en 1936). Entre 1985 y 1998 (periodo neoliberal) se crearon algunas, pero solo como fraccionamientos para facilitar su privatización.
ii) Métodos y modalidades. La transferencia del patrimonio público al dominio privado utilizó tres métodos: privatización, capitalización y cierre de empresas; así como también, al menos siete modalidades operativas (venta, cesión, entrega de derechos, etc.).
iii) Estrategia mundial de dominación capitalista. Condicionamiento de organismos internacionales como el FMI, el BID y otros. Sometimiento incondicional de los operadores nativos, los partidos de la “democracia pactada” (MNR, ADN, MIR).
iv) Construcción de nuevo andamiaje jurídico acorde a la enajenación (cambios jurídicos para anular aspectos sociales de la CPE, anulación de normas y creación de otras).
v) Rediseño institucional del Estado para facilitar el proceso (creación, supresión y fusión de ministerios y otras instancias).
vi) Estrategias comunicacionales pro enajenación (grupos mediáticos empresariales con fuertes vinculaciones con los gobiernos y los partidos neoliberales).
vii) Desmontaje del aparato productivo: entre 1985 y 2005, de 212 empresas públicas los sucesivos gobiernos neoliberales enajenaron 157 (privatizadas, capitalizadas o cerradas).
viii) Perjuicios e irregularidades por la privatización y cierre de empresas públicas departamentales. Solo de 11 estudios de casos realizados por la CEMIPyC más otros en los que se halló documentación, los perjuicios suman casi $us 28 millones, que resultan de la diferencia entre el precio referencial y el precio de venta, más los gastos de consultoría y otros del proceso mismo (al valor actual, esos 28 millones corresponderían a más de $us 60 millones).
ix) Perjuicios e irregularidades por la capitalización y privatización de empresas estatales estratégicas (ENDE, Entel, ENFE, LAB, YPFB, Comibol, EMV, el plato fuerte del proceso de enajenación). Las cinco primeras capitalizadas y las dos últimas privatizadas. En conjunto, significó el mayor atentado al aparato estatal productivo y de servicios, y tuvo un altísimo costo para el país. El perjuicio calculado está en torno a los $us 10.000 millones (equivalentes a más de $us 21.000 millones actuales).
x) El sistema financiero de la capitalización y el Bonosol. Mecanismo concebido para garantizar las ganancias de la inversión extranjera y su ingreso al ámbito de las pensiones y de la seguridad social.
xi) Resultados. Al igual de lo ocurrido a nivel global, en el país las privatizaciones provocaron impactos negativos en el plano económico y social.
xii) Redes de poder. Se identifica a 55 principales componentes de una red de empresarios, políticos y familiares, varios de los cuales están todavía en la palestra pública.
xiii) Las luchas sociales con distintos grados e intensidades no estuvieron ausentes a lo largo del periodo, mientras que desde el Estado no faltaron persecuciones y masacres.
xiv) Pérdida de la soberanía y la conciencia nacional. El neoliberalismo fue un reparto del patrimonio público entre grupos locales y extranjeros, y la degradación del Estado a la condición de mendigo.
En estos tiempos electorales no está demás echarle un vistazo al informe parlamentario tan larga y trabajosamente elaborado. Al mirar el pasado, surgen pautas para decidir sobre el futuro.