Esta es una columna errante

A lo largo de muchos años se fue construyendo una relación especial entre La Razón y quien esto escribe. Comenzó cuando jóvenes periodistas como Gustavo Guzmán y Rafael Archondo ejercían cargos de responsabilidad en el periódico y aceptaban y/o solicitaban colaboraciones. De ese tiempo fue la publicación de un extenso ensayo sobre la nacionalización de las minas que Archondo dividió en cinco capítulos aparecidos en otras tantas ediciones dominicales de La Razón. Era un material preparado para un suplemento del diario Presencia en el trigésimo aniversario de la firma del  decreto (31 de octubre de 1952) pero que a último momento Juan Cristóbal Soruco desechó por una supuesta censura de los obispos.

Más adelante la relación con el diario, entonces miraflorino todavía, escaló a nivel del Director, el destacado periodista Jorge Canelas, con quien se hizo un acuerdo para publicar en octubre de 1996 un suplemento sobre el Che en Bolivia, con documentos inéditos del Che y Pombo que finalmente la Cancillería autorizó fotografiar abriendo el sobre lacrado que se guardaba en una gaveta ubicada en las bóvedas del Banco Central. Tal operativo se realizó en presencia de policías y de un Notario de Fe Pública, quien levantó el acta respectiva. Para dar mayor seriedad al asunto la Cancillería delegó a Erick Torrico, periodista que entonces fungía como Director de Información Diplomática. El suscrito involucró al Centro de Documentación e Información (CEDOIN) del cual era director. Demás está decir que el suplemento denominado Tras las huellas del Che en Bolivia alcanzó un notable éxito, incluso más allá de nuestras fronteras.

Con estos y otros antecedentes, por iniciativa de Grover Yapura, entonces Jefe de Redacción, y ya en el tinglado de Santa Rita, La Razón publicó la serie El Che en Bolivia: Documentos y Testimonios. La primera edición del CEDOIN había salido trabajosamente en entregas anuales entre 1992 y 1996, con una preventa del tomo 1 para financiar la serie, sin afectar los estrechos presupuestos de la institución. En cambio, esta segunda edición, aumentada y corregida, circuló en entregas semanales entre septiembre y octubre de 2005 y se vendió masivamente en los puestos de periódicos. Juan Carlos Rocha Chavarría, a la sazón Director de La Razón, escribió un conceptuoso prólogo en el que, entre otros puntos, afirma sobre el autor de la recopilación: “….sobresale nítidamente la acuciosidad sistemática, dedicación incansable y pasión temática, pero con rigurosidad histórica”.

En una nueva etapa, en febrero de 2014, la nueva directora de La Razón, periodista Claudia Benavente, invitó al autor a escribir en el periódico que dirige. De ese modo, se recomenzó a publicar quincenalmente “Aquí y Ahora” (columna nacida en el semanario Aquí, publicada luego en el semanario La Época, inicialmente a invitación de Raúl Peñaranda y luego trasladada en formato digital a las páginas de Erbol).

Cabe recalcar que en ninguno de los sitios donde se publicó esta columna, jamás se produjo ni el más mínimo asomo de censura o manipulación. Primó un acrisolado respeto por las opiniones vertidas, independientemente de los cambios de directores o de recomposiciones de paquetes accionarios de las empresas. Se remarca esto especialmente para los últimos más de seis años como columnista de este diario.

La Razón atraviesa por una profunda crisis, todos lo saben. Una vez que el panorama se aclare se verá si priman las soluciones exclusivamente empresariales o se toman en cuenta aunque sea parcialmente los intereses de los periodistas, colegas y amigos la mayoría de ellos. Entonces esta columna errante decidirá si se queda o alza el vuelo a medios más propicios.

Carlos Soria Galvarro es periodista