Corrientes políticas nacen, se desarrollan y… mueren

Haciendo a un lado con respeto, pero también con energía, los saberes dudosamente “científicos” de sociólogos y politólogos queremos hoy acercarnos al tema a partir de irremplazables vivencias personales o generacionales. Septiembre aparecía como un mes cargado de acontecimientos memorables en cuyo análisis algo podíamos aportar precisamente por haberlos vivido de una u otra manera. Pero, preferimos ubicarnos en el marco del surgimiento, desarrollo y desaparición de grandes propuestas o proyectos que circularon en el país en las últimas siete décadas. En este espacio solo podemos alcanzar a enumerar las más significativas de estas grandes corrientes, rescatar algo de la huella que dejaron y constatar su desaparición.

— El nacionalismo revolucionario, encarnado en el MNR. Propugnó, y con sus luces y sombras, ejecutó la nacionalización de las grades minas, la reforma agraria, el voto universal y la reforma educativa, en lo que fue la revolución del 9 de abril de 1952. Su dirigencia caudillista se dividió en varias fracciones que desataron la “champa guerra” en las bases. Antes de sucumbir asumieron el programa neoliberal impuesto por el capital financiero, arriando en los hechos las banderas con las que se habían encumbrado. Casi niños o adolescentes, experimentamos en carne propia la frustración y el desengaño que dejaron estas propuestas, más aún entre la generación anterior, la de nuestros padres, que había forjado sus ideales en el fragor de la Guerra del Chaco.

— El Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR), fracción engendrada en 1971 en el seno de la Democracia Cristiana con el aporte de grupos y personalidades marxistas y bajo la influencia simbólica de la imagen de Che Guevara (a propósito, el MIR boliviano no era afín a corrientes “foquistas” o radicales de izquierda que surgieron con ese nombre en varios países latinoamericanos). Lo más consistente de su propuesta, a la larga fue su teoría del entronque histórico con la revolución de abril, para dotarle a ésta de un horizonte nacional- liberador. Las dos grandes corrientes en que se fracturó el MIR, aplicaron a su modo tal entronque. Los unos (“Nueva Mayoría”) ayudaron al exdictador a cruzar los ríos de sangre que lo separaban del pueblo, y los otros (“Bolivia Libre”) pactaron una cómoda alianza con el epígono del modelo neoliberal a cambio de que les permitan desarrollar algunas de sus propuestas favorables al campo popular. Los primeros se dieron por satisfechos con el disfrute de los mecanismos del poder por dos gestiones consecutivas. Los segundos, menos cínicos, se plantearon la pregunta ¿valió la pena? Habiendo vivido de cerca estos procesos, la rotunda respuesta es ¡No! Y la prueba más contundente es que el MIR, al igual que el MNR, ya no existe en el escenario político. Ambos desaparecieron por completo.

— Izquierda marxista. Es sin duda la corriente más antigua y la que ha tenido la mayor variedad de expresiones partidarias y matices ideológicos considerados dogmas inconmovibles (PIR, POR, PCB, PCML, PS y otros). Solos, en alianzas frentistas o bajo el paraguas de las organizaciones sindicales de trabajadores, como la COB, estos partidos marcaron no pocos hitos en las luchas políticas y sociales, pero tampoco resistieron las pruebas del tiempo y los profundos cambios que ocurren en el mundo. Por lo menos en Bolivia también han desaparecido o han quedado anclados en el siglo XX. Sobreviven pequeños grupos de nostálgicos sin ninguna influencia de masas, incapaces de hacer propuestas o promover debates sobre cuestiones étnicas, temas de género, valores democráticos, el medioambiente o las tecnologías.

¿Qué lugar ocupa en este recuento el MASIPSP, cuando según muchos también ya cumplió su ciclo vital y está próximo a desaparecer? El tema es muy complejo, intentaremos abordarlo en esta columna la próxima quincena.

Carlos Soria Galvarro es periodista

1 comentario en “Corrientes políticas nacen, se desarrollan y… mueren”

  1. Recuerdo que algún comentario de Teresa Gisbert, se preguntaba por qué los proyectos políticos tenían una vida corta de hasta 15,20 años y no se construían estructuras que sobrepasaran esos plazos, ambiciones? Inconsistencia de las propuestas, mitos y no realidades?

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